martes, 15 de abril de 2008

Nicolás Cábana (1853 – 1919) y Catalina Kelly

El abuelo Nicolás se casó con Catalina Kelly hija de una familia irlandesa. Mi abuela tenía 20 años cuando se casó y se instaló en medio del campo casi desértico de Magdalena junto a su marido.
Tuvieron ocho hijos: Mary, Dolly, Bebisa, Mercedes, Nicolás, Diego, un niño que falleció y mi mamá Pilar, la menor de los hermanos.
Los recuerdos que yo tengo provienen de mi abuela materna “Granny Caty” (abuela en inglés).

Nicolás Cábana


Catalina Kelly


Mi abuela vivió hasta los 93 años y por largas temporadas vivió con nosotros. Era una mujer menuda, delgada, de rasgos muy finos y una tez blanca y tersa. Cuando yo la conocí llevaba el cabello recogido en un rodete sobre la nuca y ya totalmente blanco, para mí era igual a las imágenes que aparecían en las latas de té Mazawate. Siempre la recuerdo vestida de negro, me imagino que por el luto que guardada por su marido a quien amó profundamente y siempre recordaba.
Mi madre contaba que cuando murió el abuelo Nicolás toda la familia guardó luto riguroso durante un año y luego medio luto otro año. Eso suponía no ir a fiestas ni a bailes, ni siquiera reuniones familiares. Granny tuvo una vida muy dura, sobre todo cuando era joven y tenía que criar a sus ocho hijos prácticamente sola, porque mi abuelo debía llevar el ganado a pastorear en las invernadas y luego a venderlo a la feria. Eso insumía largos viajes a caballo arriando el ganado por meses a lo largo y ancho de la provincia de Bs.As.
Mi abuelo Nicolás nunca compró tierras y siempre fue arrendatario. C



El abuelo cambió su apellido a Cábana. Esta historia tiene varias versiones: 1) lo cambió para facilitar la ortografía, 2) lo cambió por una profunda enemistad con un pariente del mismo nombre. Nicolás era un hombre de mucho carácter, que manejaba con mano firme a su familia y sus negocios. Todos sus hijos fueron educados en el campo con maestros que contrataba, siempre en inglés. Sólo mi madre, la menor, se escolarizó en español cuando inició la escuela secundaria.
La vida cotidiana de la familia era muy ordenada. Todos se levantaban muy temprano sin excepción desayunaban “porridge” (sopa) de avena con leche. Luego, los más chicos se iban a clase con el maestro, la enseñanza era en idioma inglés. Las hijas mujeres mayores se dedicaban a las tareas domésticas: coser, bordar, pintar etc.
Los hijos los varones mayores iban a trabajar con el padre en el campo. Don Nicolás era sumamente estricto y aplicaba castigos muy duros si no se cumplía con el trabajo. En esos castigos estaban incluidos los peones a quienes los irlandeses llamaban despectivamente “los nativos”.
En clase también los chicos recibían castigos ejemplares si se portaban mal o no hacían las tareas, un castigo era arrodillarlos sobre granos de maíz durante toda la clase o pegarle en los dedos con el canto de la regla o permanecer durante toda la clase de pie sin moverse. El maestro gozaba de mucho prestigio y compartía la vida diaria de la familia. Con el tiempo y a medida que la posición económica del abuelo Nicolás se fue afianzando el sueño de toda la familia se vería cumplido: mudarse a la ciudad de La Plata.
En el campo, las chicas no tenían muchas perspectivas de encontrar un buen candidato y el abuelo entonces compró una hermosa casa en la ciudad y resolvió enviar a su hija menor, mi madre, a estudiar para maestra a Bs.As. creo que eso para ella debe de haber sido muy penoso, las distancias eran enormes y ella iría pupila a uno de los colegios de monjas más estrictos de la ciudad: “María Auxiliadora” en el cual estuvo poco tiempo porque en una visita que mi abuelo le hizo la sorprendió lavando los platos como castigo, indignado con las monjas la retiró y la puso en “La Misericordia” de Cabildo y Zabala donde se recibió de maestra en castellano.
Al morir mi abuelo de carbunclo (tumor que envenena la sangre), en 1919, mi madre comienza a trabajar como maestra bilingüe en los frigoríficos ingleses de Ensenada hasta el día en que se casó con mi padre. Los ocho hermanos Cábana se casaron todos, Bebisa, la mayor se casó con un inglés que vino por los ferrocarriles y que parece haber sido la oveja negra de su familia pues le gustaba mucho la bebida. Tuvieron como siete hijos de los cuales sobrevivieron cuatro que fueron mis primos mayores que vivieron siempre en Lomas de Zamora típico barrio de los ingleses de los ferrocarriles y que yo recuerdo con casas quintas inmensas. Ahí sólo se hablaba en inglés y se bebía té y wisky y la tradición irlandesa se convirtió en inglesa para escándalo del resto de los fervientes descendientes de irlandeses que nunca perdonaron la alianza con el enemigo.

3 comentarios:

mecha dijo...

Hola, soy Mercedes Cábana, hija de Jorge Cábana y Norma Beccerica. Mi papá fue uno de los cinco hijos del matrimonio de Nicolas Cábana con Isabel Roteta Ugarte, hermano de Nicolas Alberto, Maria Isabel, Carlos, y Amelia Eugenia. He escuchado de boca de mi tia Amelia, mil veces hablar de la Familia Barcos y es posible que nos conozcamos. Bueno en resumen, estoy muy contenta de haberme topado con este blogg y si es de tu interés, tengo algunos datos que mi tio Nicolas (ya fallecido) fue juntando en años de investigacion. Aunque supongo, que ya conoceras la mayoria de estos datos.
Felicitaciones y gracias, me siento parte de esta historia.

cens31 dijo...

Muy bueno todo el blog y más que interesantes los relatos sobre irlandeses; me recuerdan los cuentos de Rodolfo Walsh. ¡Felicitaciones! Y continúen con esto.

pjorge dijo...

Buenos días,
Encontré en el Misal de mi abuela un recuerdo de la Primera Comunión de Isabel Roteta Ugarte, el 27 de mayo de 1911 en la Parroquia de la Concepción de Barcelona (España). Debió ser una compañerita de escuela de mi abuela, Luisa Massó.
Con mucho gusto le puedo hacer llegar este recordatorio.
Desde España
P. Jorge de Villar
pjorge1999@hotmail.com